En esta oportunidad me gustaría
hablarles sobre la importancia que tiene desarrollar
las inteligencias emocionales.
Las inteligencias emocionales son unas herramientas muy apropiadas para
ser más flexibles en momentos de cambio, facilita a los pacientes a expresar
sus necesidades, muy útil para responder a pacientes difíciles con más calma,
paciencia y de una manera más atenta. Nos ayuda a mantener una perspectiva
optimista y positiva. Continuamente ayuda a comprender como mejorar desde el
punto de vista personal y al grupo en la farmacia y a convertir los obstáculos
o dificultades en oportunidades de crecimiento.
En nuestra sociedad las
emociones han sido consideradas como secundarias en comparación al pensamiento
y la acción. Vemos las emociones como una molestia, como un fenómeno indomable.
Resulta claro que hemos tratado de suprimir nuestras emociones porque hemos clasificado
algunas de ellas como positivas, otras como negativas; porque no somos capaces
de expresarlas o no deseamos hacerlo.
Nuestras emociones son parte
de nuestra inteligencia. Es necesario sanar la división entre emocional y
racional, entre dentro y fuera, dando un nuevo paso evolutivo. Ser solamente
racionales nos niega el acceso a una fuente compleja de conocimiento emocional,
que informa adaptativamente a la acción y que contribuye a la resolución de
problemas y a la toma de decisiones. Además, constituye una gran fuente de
creatividad. Cuando luchamos por aquello que nos interesa conseguimos una
sensación fluida de bienestar, que nos inspira a alturas que están más allá de
cualquier cosa a la que nos pueda llevar la razón.
Por ejemplo: el miedo te dice
que estás en peligro, la tristeza que has perdido algo importante, y la alegría
que has alcanzado una meta. Las emociones te aportan información relacionada
con tu bienestar. Las emociones son procesos organizadores a los que es
necesario prestar atención. En combinación con la razón, contribuyen a hacernos
seres más eficaces en entornos siempre cambiantes. Te ayudan a adaptarte
rápidamente al mundo y a resolver problemas.
Es necesario encontrar una nueva perspectiva emocional en la farmacia,
por lo que se hace necesario en la actualidad un farmacéutico y un personal de
farmacia con inteligencias emocionales.
Las inteligencias emocionales son una cualidad que nos capacita para
relacionarnos con nosotros mismos y con los demás. Cubre todo el abanico de
posibilidades relacionales que necesitamos para sobrevivir en cualquier
entorno, incluyendo la farmacia. En consecuencia, a mayor inteligencia
emocional mejores relaciones con los demás, sean los demás significativos para
nosotros o no.
Fuente:
·
- Las tres caras de la mente. Elaine de Beauport con Aura Sofia Diaz. Cuarta Edición Instituto MEAD de Venezuela.
- http://www.farmacias.com/consejos/inteligencia-emocional-en-la-farmacia#
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