Existe una relación entre la diabetes tipo 1 y la densidad ósea baja. La insulina, que se encuentra en cantidades deficientes en la diabetes tipo 1, puede promover el crecimiento y la fuerza de los huesos.
La aparición de la diabetes tipo 1, se produce normalmente a una edad temprana cuando la masa ósea aún sigue aumentando.Es posible que las personas con diabetes tipo 1 no logren la misma masa ósea, fuerza y densidad máxima de los huesos que hubieran podido alcanzar. Por lo general, las personas alcanzan su nivel máximo de masa ósea a los 30 años.
El cuidado de los pacientes con diabetes debe incluir una evaluación de la salud ósea. Ahora está claro que los pacientes con diabetes tipo 1 tienen menor densidad mineral ósea y un mayor riesgo de fracturas. Las intervenciones terapéuticas y farmacéutica son la clave para la prevención de fracturas, tanto mediante la mejora de la densidad ósea y disminuir el riesgo de caídas.
Fuente: ADA American Diabetes Association
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